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Descripción

Los productos Flor de Lis son limpieza, protección y paz. Estos pines (prendedores) te protegen, te mantienen más presente y te ayudan a limpiar 24-7.

  • Tamaño: 2,5 cm.
  • Material: metálico.
  • Observaciones: conservar fuera del alcance de los niños menores de 5 años. La imagen es representativa. El producto puede variar sutilmente en su versión física original y no digitalizada.

Desde que Mabel Katz descubrió la Flor de Lis como herramienta de limpieza, supo que debía compartirla con el mundo. Para ella, representa una ayuda constante para soltar lo que no nos sirve y abrirnos a la paz interior.

Según Mabel, las memorias tóxicas que acumulamos a lo largo de la vida pueden manifestarse como desafíos físicos, emocionales, espirituales o financieros. Por eso, recomienda llevar consigo productos con el símbolo de la Flor de Lis —ya sea en pulseras, ropa, tazas o pegatinas— no solo como recordatorio, sino como una forma práctica de mantenerse presente y en limpieza continua con Ho’oponopono.

Ella enseña que estos objetos pueden utilizarse de múltiples formas: pegatinas en el teléfono o la computadora para protegerse de la radiación, en documentos o muebles para limpiar energías, o incluso en filtros de agua para preparar Agua Solar Azul. También sugiere llevar un pin en la ropa, una moneda en la billetera o usarlos de la forma que cada uno sienta adecuada. No hay una única manera correcta: la limpieza ocurre las 24 horas, los 7 días de la semana, cuando permitimos que la Flor de Lis nos acompañe. Para Mabel, esta herramienta ayuda a soltar sin esfuerzo, liberar obstáculos y recordar que todo es correcto y perfecto, aunque las memorias sigan tocando. Por eso, insiste: necesitamos toda la ayuda posible. Estos productos actúan como un antivirus energético, acompañándonos a todas partes.

La historia detrás de la Flor de Lis

Durante un viaje a Israel, Mabel comenzó a notar algo inusual: cada vez que pedía un capuchino, el símbolo de la Flor de Lis aparecía dibujado en la espuma. Al principio no le prestó atención, pero un día, sentada en la playa de Tel Aviv, lo vio con total claridad. Una fuerte sensación recorrió su cuerpo. Fue entonces cuando decidió consultar a Ihaleakalá Hew Len sobre si ese símbolo era realmente una herramienta de limpieza. Él le respondió:

«La Flor-de-Lis es un proceso de limpieza que libera las memorias de los derramamientos de sangre de la guerra constante y la esclavitud de ideas, lugares, situaciones y creencias que, a su vez, causan guerra constante. La forma de usarla es: “Yo pongo la Flor-de-Lis sobre la situación.”»

Esa confirmación fue suficiente para Mabel. Sintió que lo que ya intuía era cierto: la peor guerra no es la externa, sino la que se libra dentro de cada mente. Para ella, los pensamientos, creencias y juicios pueden atraparnos en ciclos de sufrimiento, pero también tenemos el poder de soltar y limpiar.

Cada vez que ve la Flor de Lis, Mabel recuerda que no está sola. Esta herramienta la acompaña como un apoyo constante para soltar y confiar. Invita a todos a no dejarse engañar por el intelecto, que muchas veces nos convence de que es más fácil sufrir y preocuparnos, que simplemente repetir mentalmente: “Yo pongo la Flor-de-Lis sobre la situación.”

Mabel sostiene que si más personas comenzaran a limpiar, el mundo entero podría transformarse.